Sentado frente al monitor, sin saber qué escribir. Pensando: "escribo cualquier cosa, si total, tiene que ser una pavada" y sin embargo nada. Nada. Y de pronto, pienso en la pavada y me acuerdo que dejé la pava en el fuego. Voy corriendo a la cocina, estaba a punto de consumirse toda el agua. Ahí comprendí todo. Los puntos se conectaron. La luz iluminó mi pensamiento. La pavada ya está escrita.