22/4/07

Desencuentro

Hace media hora que están sentados tomando Guiness. Claudio habla pero el sonido de su voz se pierde incomprensible. Del otro lado de la barra, el camarero mira, busca una copa, acomoda algunas botellas y vuelve a mirar. Claudio insiste con vaya uno a saber qué tema. Juan parece escucharlo pero no tiene ni idea de lo que su amigo está diciendo. Cada tanto, mira hacia la barra y corrobora. No es su maginación. Tampoco la cerveza. El camarero lo está observando.
Piden otra vuelta de Guiness y -por fin- Claudio se va al baño. El camarero trae las cervezas y rápido, antes que vuelva a las copas y las botellas de la barra, Juan le dice algo (alguna pavada de las que decimos cuando estamos de viaje). El camarero responde sonriente, habla y se mueve como si hubiese estado esperando ese momento, como si lo hubieran tenido amordazado meses y ahora lo soltaran. Da la impresión de que gustoso se sentaría a conversar descuidando la cuestión de los roles. Pero en ese momento vuelve Claudio y con él todo regresa a su sitio: el camarero a la barra, los amigos a la conversación.
Son las once pm. Claudio y Juan -medio borrachos- vuelven al hostel. Al día siguiente, Juan pensará en regresar a ese pub a la misma hora, sin Claudio y resucitar ese pequeño diálogo que murió antes de nacer . Pero sabe Dios por qué, finalmente no lo hará.