Y no sólo me dijiste que no (aunque quizás sin darte cuenta) sino que además armaste un ferviente discurso de profundo contenido crítico hacia alguna cuestión generacional-sexista, mientras me lo decias. No, no y diez veces no. Siempre consigo lo que quiero, aunque no pueda disfrutarlo.
Después, un taxista que se quedaba dormido, mientras yo no sabía si decirle "señor, es mejor que se vaya a dormir un rato porque así se va a pegar un palo terrible". Una ambulancia, gente preocupada, dos pibes drogados, un mendigo y por fin, la calidez de mi casa. Qué alivio. Hogar...dulce... de leche.
Rayuela, Gran Hermano, MSN, y otra vez sopa. Capítulo 17, Vanina, capítulo 17....
Hay un barrio en Buenos Aires, llamado Parque Chas. Sus calles son circulares y es difícil no perderse. De pronto estamos en un laberinto del que no se sale. Y nuevamente la sorpresa al descubrir que en ese mismo instante en que pensaba que había zafado, en realidad me encuentro con la misma esquina, con el mismo árbol. Caminé un millón de cuadras y estoy siempre en el mismo lugar.