En las calles de Tokio, sobre todo a la hora pico, cuando todo es un caos y la gente se encolumna en cientos de columnas que van a diferentes estaciones de subte, si alguien te pega un codazo o te empuja, seguramente es una anciana. Y está bien, porque ella ha vivido toda una vida en esa ciudad y tiene derecho a imponerse.
Mientras tanto, en Buenos Aires, un viejo que vende curitas en el subte es escupido por dos muchachos que se cagan de risa y siguen caminando.
Qué cosa, no?
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